martes, 8 de marzo de 2016

8 DE MARZO, 2016: DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER.



Este cuento lo envié al IV Certamen, Mujeres y educación, de la fundación Isonomía, celebrado en pro de las causas de la mujer. Se cuenta entre los seleccionados y consta su publicación en el libro antológico resultante: Vientos para una pluma.



DE AQUELLOS POLVOS...                         

-Es que agobias mucho a la chica.
-Es verdad. No pasa un día sin que la diga veinte veces que tiene que estudiar, que ella puede. No como yo. Me enseñaron a “llevar la casa como dios manda”. Vamos, que sabiendo  barrer, cocinar  y  coser  y lavar los calzoncillos  del otro iba una lista. Pero con eso no se come; las cosas van en otra dirección. La pregunta milmillonaria se pierde en el aire: ¿Y usted, qué sabe hacer? El otro día en la entrevista, en cuanto me lo preguntó el de las gafas se lo dejé bien, pero bien clarito: “Mire usted, no señor, sin educación no estoy. Estoy sin formación porque no me la han dado”; y, oyes, Rosa, fíjate, mira que se quedó el tío arrugado, con unos ojos como platos. Hasta se levantó del sillón y me pidió disculpas y todo, así que fíjate tú. Cuando fui por si me cogían a lo de la centralita del hospital, te digo. Y todo, por ser mujer, que de su “Antoñito” sí se ocuparon, “como es un chico irá a la universidad”. Y ahora él en un bufete de abogados y yo no pude ser enfermera, a mis cincuenta años sigo aquí, cajera en un centro comercial, coño. Y encima y para colmo y sin que venga a cuento  me lo espetan así de alegres: “Qué bien vive tu  hermano y qué listo ha salido”.
-A mí me pasó igual, Marta. Yo quise ser profesora y no había dinero en casa.
-Eso se rige por la mentalidad. Yo, tengo un hijo y una hija, en el instituto están, pero te juro que jamás seguiré esos criterios educacionales y formativos.
-Qué mañanita tienes; chao, el lunes te veo.

Mari Carmen Caballero Álvarez




2 comentarios:

  1. ¡Hola! Me ha parecido un texto de lo más adecuado para el día de la mujer y la crítica que se hace en él es muy profunda. Todo lo que ha tenido que luchar siempre la mujer y tiene que luchar todavía... Y lo que más me ha llamado la atención y a la vez me ha indignado ha sido el final, cuando Marta dice que con sus hijos no seguirá esos criterios y su compañera no tiene otra cosa que responder "que mañanita tienes". Es como que le quita importancia a lo que le dice, como si simplemente estuviera Marta enfadada y se le va a pasar el lunes. Y eso es cierto, a veces las propias mujeres podemos llegar a perjudicarnos a nosotras mismas. En fin...
    Por todo su contenido me ha parecido un texto genial y que hace reflexionar.
    Un saludo :)

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  2. ¡Hola! Qué bueno que apareciste. Me da alegría que te guste mi cuento y que además apoyes la causa de la mujer. A mí este certamen me estimula, provoca en mi interior especial interés a consecuencia, precisamente, de la defensa a ultranza que hace de los problemas y lacras que asolan al género.

    Del final, lo que te puedo decir es que lo resolví algo edulcorado a priori –la historia terminaba en un hospital con la protagonista ejerciendo la enfermería-. Como más adaptado a los criterios de superación que suele transmitir el concurso. Pero lo pensé mejor: no todo el mundo logra escalar la cima de las inquietudes. En el camino mueren muchas ilusiones rotas. Y esa visión hay que exponerla también; denunciarla. Gracias por comentar. Un beso.
    Mari Carmen C.

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